Sandra Navarro
Hoy entrevistamos a Sandra Navarro, joven cazadora que nos comenta el porqué de su afición venatoria.
TC. Muy buenas Sandra, cuéntanos de ti. ¿De dónde eres?
SN. Soy una chica de 21 años, de un pueblo de la Región de Murcia, Puerto Lumbreras.
TC. Tu afición a la caza, como a tantos, viene de bien pequeña.¿Quiénes son tus maestros?
SN. Mi afición a la caza no me viene desde pequeña, aunque si ha estado presente en mi casa, mi abuelo era cazador aunque ya no lo práctica. Siempre me llamó la atención. Me acuerdo de verlo llegar con su percha de perdices y su braco alemán y decirle: "abuelo, llévame contigo". Pero no fue hasta que conocí a mi pareja cuando entré de lleno en este mundo, y como era de esperar, me enamoré.
TC. ¿Cuál es la modalidad que más te gusta?
SN. Personalmente me decanto por la caza mayor, dentro de sus modalidades me encanta la montería, pero mi debilidad es la espera y lo que más práctico.
TC. ¿Qué factores son los más incidentes para la espera de un buen jabalí?
SN. Un factor a tener en cuenta es la colocación del puesto teniendo en consideración la vegetación que haya al rededor, en el silencio de la noche el mínimo movimiento avisará de nuestra presencia. Y lo más importante, la puesta en escena de nuestro cebo. Deberá de ser lo más natural posible si quieres que venga un viejo macareno, esos son los más astutos. Ya solo queda esperar y controlar los nervios.
TC. Nos relatas brevemente ese lance o vivencia cinegética que más te haya marcado?
SN. Sin duda mi primer jabalí de espera sola. En infinidad de veces había ido de acompañante, pero yendo sola todo cambia. Me senté con los nervios a flor de piel. Delante del cebo que semanas antes habíamos creado con tanto empeño. No eran más de las 21:45 de una noche de verano, cuando entre dos luces, empecé a escuchar al animal, rompiendo monte e impregnando su aroma en todos los almendros que se cruzaban a su paso. Directo al cebo, fue entonces cuando efectúe el disparo. Al llegar, un precioso jabalí, con poco trofeo, pero sin duda el más especial.
TC. En la actualidad se tilda a la caza de no estar dentro de los gustos de los más jóvenes. ¿Cuál sería tu alegato?
SN. Vivimos en una sociedad desnaturalizada y urbanizada, cada vez más alejada del mundo rural y sus tradiciones. Invitaría a todos los que no les gusta la caza a un día de campo, que vieran las ganas y el cariño que le ponemos al mínimo detalle que hacemos en el monte. Poniendo agua, comida, charcas, etc. Igual le sigue sin gustar esta afición que tenemos, pero al menos, seguro que cambiaría su opinión.
TC. ¿Qué futuro crees que le depara a la caza?
SN. La caza está en auge. Cada año son más las licencias expedidas y los jóvenes aficionados. Va a existir siempre porque es una actividad necesaria para la conservación de la naturaleza y cómo herramienta de control poblacional. Motor social y económico del mundo rural, que cada vez está más olvidado por nuestras instituciones. Así que tenemos que estar muy orgullosos de lo que hacemos y defender nuestro modo de vida.
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