jueves, 26 de octubre de 2017

De barrera a barrera

 Raquel del Amo.
Hoy en la sección "De barrera a barrera", conocemos a Raquel del Amo, mujer cazadora de innovador espíritu cinegético, primera mujer madrileña en participar en la San Humberto.

TC. Hola Raquel, ¿de dónde te viene la afición por la caza?

RA. La afición por la caza me viene de familia. Mi abuelo materno era cazador y les inculcó los valores que esta tiene a mis tíos e incluso a mi padre. Ellos son quienes me han enseñado todo lo que a día de hoy puedo llegar a conocer y saber, siempre es poco en comparación con sus años y batallas .


TC. ¿Qué tipo de práctica cinegética realizas?

RA. Realizo tanto caza mayor como menor. En la menor cazo con perro de muestra, tanto en la media veda como en la general. Suelo cazar la codorniz, la tórtola, la perdiz y el zorzal .
Siempre suelo cazar al salto ya que me gusta observar al perro como trabaja, pero de vez en cuando asisto a alguna tirada de zorzal o de perdiz.

En la mayor voy a monterías, siempre en puesto. También rececho el corzo.


TC. ¿Cuál es la modalidad que más te apasiona?

RA. Dificil elección, en la menor no sabría cuál elegir, ya que los perros son mi debilidad y a la hora de cazar la codorniz o la perdiz es elemental tener un buen perro de muestra que te acompañe. Creo que me quedaría con lo que es la caza al salto.

En cuanto a la caza mayor me decanto por el rececho de corzo, más que nada por el tipo de caza que es y la cantidad de sensaciones que me genera con respecto a la montería, que también me gusta mucho, de hecho mi familia da unas cuantas al año y participo en ellas, pero es completamente diferente el ambiente del antes y el después, la gente, la adrenalina al pasar la res por el puesto... No se puede comparar con la búsqueda y el cara a cara del rececho .


TC. La mujer en la caza es minoritaria, si bien cada día aumenta el número de aficionadas. ¿Qué les dirías a todas las mujeres que les gusta la caza y que todavía no han dado el paso a practicar en primera persona la caza?

RA. Es cierto que cada día son más las mujeres que se animan y les pica el gusanillo del mundo cinegético, ya sea porque alguien de su alrededor es cazador/a o bien porque lo ha vivido desde pequeñita. 

Como ya dije una vez a unos compañeros lo más importante es que empiecen flojito, obviamente si llevas a una persona que no ha cazado en su vida a montear con los perros , posiblemente te diga que la próxima vez vayas tu solo.

Las concienciaría sobre lo que es la caza en general y personalmente las animo a todas aquellas que aún no se han decidido a practicarla, que salgan con una persona que sea cazador de verdad y no un escopetero. Yo pongo la mano en el fuego y estoy segura de que cuando vivan esas sensaciones y sentimientos que con palabras son imposibles de expresar seguro que quieren volver.


TC. Sabemos que eres una apasionada del mundo del perro y la competición. ¿De dónde te viene esta afición?

RA. Toda mi vida he estado rodeada de perros, he limpiado las perreras, les he echado de comer, les he curado... Lo he vivido desde pequeña y es algo que o te gusta y te apasiona o lo tienes difícil, son muchas horas invertidas en ellos .

Empecé a soñar con competir cuando acompañé a mi tío en un campeonato de España con unos 14-15 años, y desde ese entonces he intentado acompañarle a todos los campeonatos que he podido, hasta que llegó el día en el que me preguntó que si me gustaba aquello y nada… Me regaló mi primer perro de caza  por mis 18 años, un Setter inglés precioso, en apenas un año estaba ya compitiendo.


TC. Eres la primer mujer madrileña en participar en la San Humberto, ¡enhorabuena! Cuéntanos cuáles son tus sensaciones.

RA. Desde que limpio la escopeta y preparo los cartuchos, el perro ,el chaleco, el silbato... El día de antes ya empieza a rondarme una cantidad de preguntas por la cabeza que apenas me dejan descansar .

Cuando llega el turno y dicen mi nombre,  el camino desde el coche hasta donde está el juez me pongo muy nerviosa, en ese momento se te pasa de todo por la cabeza, como por ejemplo, dónde estarán las perdices, si por un casual el perro irá perfecto o si cometerá un error o incluso si tú mismo te confundes. En fin, mil pensamientos que desaparecen cuando observas el campo, en ese momento todos mis sentidos se concentran en hacer la presentación correctamente y lo siguiente viene rodado .

En esos 20 minutos tienes mucho que controlar y a tener en cuenta. El viento, el espacio del perro, el control del mismo, ya que en ocasiones lo pierdes de vista, las normas de seguridad...

Cuando ves que todas las horas invertidas en entrenamiento junto a tu compañero, las charlas de los veteranos para que mejores o los pequeños fallos que corriges te hacen ser mejor participante, sientes una satisfacción contigo mismo increíble . 

Cuando me proclamé campeona de Madrid rebosaba felicidad por los cuatro costados,  porque había conseguido lo que quería y tanto deseaba. ¡Mi sueño se había hecho realidad y más siendo la primera mujer madrileña! Pero creo que mi emoción fue más fuerte aún, al saber que iba a estar con mi tío Miguel Ángel, mi maestro, en el próximo campeonato de España y que sus charlas habían hecho efecto por lo que no le había defraudado . 

Estoy orgullosa de poder representar a mi Comunidad en el Nacional.


TC. ¿Nos puedes relatar el lance cinegético que más te haya marcado? 

RA. ¡Sin duda mi primer lance en una montería! 

Los perros ya iban de vuelta a los carros, yo tenía un puesto precioso en lo alto de una piedra y arriba de ella una meseta enorme. Son esos puestos que todos quieren, en el que vislumbras prácticamente toda la montería y para más pedir ¡en una traviesa! 
Las rehalas ya habían pasado de vuelta para recogerse y yo me senté a esperar a que mi padre, el cual estaba en el puesto de abajo, se decidiese a recoger la armada. Fue una situación bastante graciosa porque estaba sentada, observando las demás armadas y mirando el teléfono cuando de pronto veo que aparece algo entre los robles y antes de encararme quise asegurarme de que no era un perro. Cuando vi lo que era ¡no dude en encararme y tirar! Adelanté demasiado el primer tiro y el segundo fue certero, le di en la columna, quise volver a tirar para asegurarme pero se metió en la maleza y ya no lo vi más. 
A todo esto mi padre subió corriendo a mi puesto y yo a la par diciéndole -“Papá corre tírale que se mete”. Pero no lo veía y no pudo tirarle, preguntándome si le había dado. Él con toda su ilusión de padre me dijo que bajase y no me lo pensé dos veces. Cogí el cuchillo y fui a bajar por el sitio más difícil, casi me abro la cabeza, empezando a pensar que no había acertado y que eran imaginaciones fruto de la adrenalina del lance.

Recogimos la armada, y sobre las 10 de la noche, cuando ya habíamos sacado todas las reses que pudimos del monte y estábamos todos juntos en el bar comentando el día, apareció mi tío Jose y en tono de risa me dijo:
- En tu armada una chica ha tirado un cochino, iba tocado y lo han rematado más abajo los perros y tú qué pasa no has visto nada. 
Mi cara fue un poema. -¡Ese cochino era el mio! Os podéis imaginar la situación en ese momento, todos los monteros allí diciéndome que a la próxima me iban a hacer la novia, que me la tenían guardada .

Yo quería subir en ese momento a por él, quería lo que era mio pero era muy tarde y no se podía. Teníamos que adentrarnos mucho en la sierra y la noche estaba muy cerrada a lo que mi tio Miguel me dijo:
-Raquel, mañana voy a buscarlo con el perro, te lo prometo. Confiaba en él y tanto que dio con él, ¡ese perro nunca falla! Era una cochina de unos 60 kg, el cuerpo olía bastante a tener en cuenta de que estuvo más de 24H en el monte y con mucho sol, pero tenía algo de boca por lo que la cortó el morro y me lo trajo.


TC. ¿Cuál es el valor que según tu criterio tiene la caza?

RA. Para mi la caza es delicadeza, conservación, respeto por la naturaleza y los animales, es encontrarte a ti mismo pudiendo disfrutar de cada momento que el campo te ofrece, es entablar nuevas amistades de todo tipo de edades, es disfrutar de tu pasión en cada instante y en cada centímetro del campo.


TC. ¿Qué futuro crees que le depara a la caza?

RA. Sinceramente creo que la unión hace la fuerza y que si todos los cazadores nos unimos a una seriamos invencibles, ya que en el mundo de ahora, en el que vivimos, predominan la falta de información, las modas y un sinfín de cosas que hace que la gente sea más ignorante y deje llevarse sin fundamentos, ni teorías coherentes como muchos de los cuales hacen llamarse animalistas. En realidad, no se puede tener una seria conciencia desde el sofá de casa. También decir que alguno de ellos puede haber que no es de sofá ni de RRSS, que salga al campo, que se informa y que llegue a decir cosas coherentes. Pero dudo mucho que esas personas que dicen y alardean de llamarse animalistas, si bien la palabra animalista no es poner al animal a la misma altura que al ser humano y mucho menos por encima. Animalismo es cuidar, respetar, no maltratar y también cazar. Guste o no, la caza es un medio sostenible de la naturaleza y generación tras generación se ha puesto en práctica, gracias a ello nuestros antepasados han podido salir adelante. 



Así que cazadores/cazadoras, la unión hace la fuerza, dejémonos de envidias, de críticas internas por ir a peores o mejores fincas, por cómo vamos vestidos, por el rifle que se ha comprado el vecino de al lado, o por el perro que está criando tu primo. Unámonos, cojamos fuerza porque juntos podemos tirar para adelante, ¡no somos tan pocos! y luchemos por lo que nos gusta, por lo que nos hace sentir la caza cada vez que salimos al campo, por lo que a muchos da de comer, por nuestra pasión que nadie va a conseguir quitárnosla .



Raquel del Amo para www.territoriocinegetico.com