¿Cazaremos corzos?
Saludos a todos un mes más compañeros, Espero que estéis llevando lo mejor posible esta epidemia.
No me resulta fácil abstraerme de la grave situación sanitaria, económica y social que estamos atravesando, pero aún así quiero hacer alguna valoración personal a cerca de las consecuencias que esta crisis sanitaria va a tener sobre nuestra afición, la caza.
Metidos ya en el mes de abril, fecha marcada en el calendario por los apasionados al rececho y que en circunstancias normales, estaríamos ya controlando y preparando todo para el inicio de la temporada del corzo, modalidad que año tras año incorpora nuevos adeptos que quedan totalmente enganchados a esta caza.
Pero esta temporada, que comenzaría en estos días en casi todas las regiones, se ve afectada por las circunstancias extraordinarias nunca vistas y que lógicamente tendrán también sus consecuencias.
En cuanto a la especie en concreto, el corzo ahora está experimentando una situación excepcional al haberse limitado toda actividad humana al aire libre, de este modo se ha suprimido el seguimiento y observación que los verdaderos aficionados ya estaríamos haciendo.
Por otra parte la actividad agrícola y ganadera también esta siendo muy limitada por lo que los corzos campean con una tranquilidad inusual en estas fechas, circunstancia que favorece su actividad concentrada , en estas fechas iniciales de la temporada, en marcar su territorio en torno a las hembras sin apenas presión humana.
Con esta situación sin precedentes, la caza del corzo en particular y la caza en general, se va a ver condicionada por otros aspectos.
¿Qué va a pasar con los precintos?
Me consta que en mi Comunidad no se van a entregar hasta que no se resuelva esta crisis que a fecha de hoy no tiene visos de finalizar.
Esta situación va a favorecer que precintos se queden sin adjudicar, gestores de caza que no van a dar salida a los precintos…
¿Se verán afectados los precios de los mismos?
Es muy probable que esta situación dé lugar a un reajuste de precios que poco a poco se han ido incrementando.
Otro aspecto será sin duda la presión del furtivismo que ante esta situación tratarán de aprovechar la coyuntura.
Ante este difícil panorama volvemos a fijarnos en el aspecto económico. El retraso en la apertura o la posible cancelación de la temporada, al menos del corzo, va a incrementar las dificultades económicas no solo de empresas cinegéticas, sino de otros afectados directos como empresas de hostelería del mundo rural que durante estos meses de rececho basan gran parte de sus ingresos en los desplazamientos tras el duende.
Por otra parte esta menor presión sobre el corzo puede influir en la calidad de sus trofeos al facilitar sobrevivir a ejemplares adultos paras temporadas posteriores.
Confiando en que únicamente se vea afectada la caza del corzo, existe la posibilidad que esta situación se prologue en el tiempo, afectando al resto de modalidades y especies, incrementando la caída de ingresos relacionados con la caza, hostelería, armerías, tasas, licencias, seguros...
Los cazadores hemos demostrado en multitud de ocasiones nuestra solidaridad, por lo que en estos momentos tan difíciles debemos colaborar con las autoridades para tratar de volver cuanto antes a la normalidad sanitaria, social, económica y por supuesto cinegética.
Os deseo a todos salud en estos días difíciles. Un saludo compañeros y como siempre nos leemos en el siguiente post.
