FEBRERO
Y ha llegado. Este mes que nunca queremos que se acerque al calendario de un cazador. Febrero significa fin de temporada montera, fin de una pasión que nos une a nivel nacional a todo amante de la naturaleza. Un sentimiento imparable y arrollador que nos aleja de las ciudades y nos reúne en el campo.
Desde muy pequeña ha sido el mes que siempre más he odiado. El motivo es bastante evidente. Febrero indica el desenlace de los mejores meses de un amante de la montería. De un loco por el jabalí apretado o de un venado avispado conscientes de la presencia de los canes tras ellos y del olor de su enemigo.
Echar la vista atrás, justo al momento donde partiste hacia tu primera montería apenas hace 4 meses y darte cuenta de lo rápido que ha pasado el tiempo. Octubre nos obsequiaba con una temporada maravillosa de caza que nunca olvidaré, de la que doy gracias de poder haber sido partícipe, no solo por bonitos lances y experiencias increíbles, también por los aprendizajes que nos han hecho mejorar como personas y cazadores de este mundo.
¿Qué debemos hacer? Es hora de analizar la temporada. De analizar todo lo que esta aventura 2019/2020 nos ha regalado. Instante de descomponer jornadas, separar caza y amistades, hacer un análisis y justipreciar el por qué algunos días han salido bien y por qué otros no, donde no existan las excusas ni justificaciones, sino lecciones de nuestros errores. Ser críticos y no olvidarnos nunca de que la caza es caza, pese a quien le pese.
Aprender el verdadero significado de la caza. Por suerte y desgracia, el paso por diferentes ciudades donde nos lleva esta pasión desenfrenada, te hace ver con rigurosidad la connotación que cada uno le pone. La verdadera esencia que hará que no distorsione este noble arte, será el percibirla siempre con los mismos ojos que salieron a cazar el primer día de mi vida.
Melancolía es el estado en que actualmente nos encontramos, denotada por un gran sentimiento que toca el corazón de todo cazador. Siempre agradecida por nacer en un ámbito cinegético y familiar inundado de una inacabable felicidad que nos brinda algo tan simple como lo es el campo.
Mentiroso el que diga que no se le van a hacer largos los 8 meses para volver a entrar en sorteo y sacar la papeleta que tu destino depara. O aquel que diga que no va a tener ganas de apretar el gatillo para abatir el trofeo que se le ha quedado pendiente este año. ¿Qué nos queda ahora?
Entramos en la época de la caza del duende del bosque, donde empieza el viaje para todo fiel amante del corzo. Tiempo de estudiar terrenos, localizar los machos y tener paciencia que será la clave del éxito tras los duendes. Un rececho entretenido en España debido a nuestro monte, donde además de habitar en terrenos llanos también abundan en los montañosos, haciendo que sea más fácil acercarse a ellos sin que seamos visibles.
Hora de partir hacia nuevas aventuras cinegéticas, de vivir memorables lances y por supuesto de la mano de aquellos que nos acompañan en nuestra felicidad. Gracias a la magia de la caza.
Nuria Díaz Fernández para www.territoriocinegetico.com
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