lunes, 14 de octubre de 2019

Tiempos de caza, con Nuria Díaz

Rey de reyes.

¡Hola a todos compañeros! Bienvenidos a la nueva sección “Tiempos de caza, por Nuria Díaz”. Hoy estoy aquí para hablaros sobre la actualidad y novedades cinegéticas desde mi propia experiencia en este mundo. ¡Espero que os guste leerme! 

Como no podía ser de otra manera, voy a dedicar mi primera entrada al rey del monte. A todos se nos pasa por la cabeza un animal cuando de montería se trata. El mío es el ciervo. Muchos de ustedes están justo ahora pensando en el jabalí, pero quién me siga la pista sabrá que a mí me quita el sueño el venado. 

Octubre. Nos encontramos en el mes preferido por excelencia de todo aficionado a la mayor, pues empieza la temporada que llevamos 8 meses esperando. Se hace eterna la espera cuando añoras tanto y tan fuerte. Pero ya está aquí, por eso toca exprimir cada segundo de cacería al cien por cien. 

Tiempos de montería, concretamente. Donde siempre liderará el rey de reyes. 

Algunos aún estamos pensando en el ciervo que dejamos pasar para que se hiciese adulto, para que fuese este año un venado en condiciones, en el que fallamos o en el que no pudimos tirar. Lo sé. “No era para ti” diría mi madre. Pero volvemos una vez más con más ilusión que nunca, a la primera montería del año, sin importar dónde, esperando verles de nuevo. 

Doce de la mañana. El sol pegándote en la cara y la barriga llena de migas, ahí está. Le escuchas, sabes que es él, su trote. Le escuchas correr acompañado de esa ladra que no le pierde la querencia, es él. Se acerca, va hacia a ti. Corazón a mil por hora. Quitas el seguro y le esperas ansioso, sin moverte ni un milímetro, silencioso. 

Y de repente… ¡una cierva con la gabata! Qué coraje da esto, ¿verdad? Es ley de caza. ¡Y qué bonita la naturaleza! Pero decides esperar al padre. 

15:00h de la tarde. Ya solo piensas en que tu postor dé la señal para recoger e irte a comer un buen plato de habichuelas con chorizo consolándote con palabras como “hemos echado un buen día con amigos” o “al menos no ha llovido”. 

Decides descargar el rifle cuando escuchas algo, miras el reloj y piensas que tu imaginación te está jugando una mala pasada. Continuas. Pero le escuchas de nuevo. Un sabueso a lo lejos, solo uno, con una ladra continua pero poco intensa. Miras a tu acompañante sorprendido, con cara de “será otra pepa”. Estás alerta. Dejas de escucharle cuando creías que más próximo estaba. Y mientras te lo estoy contando, ves al venado de tu vida dar un salto que cruza el cortadero en un abrir y cerrar de ojos. Un segundo, un tiro. ¿Le habéis dado? 

Nunca perdáis la fe compañeros. Lo bonito de la caza es la espera. 

¡Cuántas de estas nos habrán pasado! Y que espero que nos sigan pasando durante muchos años. ¿Quién más espera con tanta ansia al rey de la montería? 

Espero que os hayáis metido en el papel mientras me leíais y espero poder contaros muchas anécdotas la próxima. 

¡Mucha suerte a tod@s en esta nueva temporada!