Balas y gatillos.

Noviembre, mes de plena veda, en el que en nuestros montes cientos de personas disfrutan de ésta ancestral pasión. Pero los tiempos han cambiado, de ahí que las balas y gatillos no siempre sean bien empleados, con el correspondiente riesgo de trágico desenlace.
Grandes proyectiles, espectaculares fusiles que más allá de satisfacer al cazador, fruto del avance tecnológico en cuanto a prestaciones, son peligros de reflexión corporativa. >
Conversaciones mañaneras que laten sobre nuevas adquisiciones, dejando en el rincón de pensar a la bohemia paralela o de un caño.
Porque los tiempos han cambiado, la manera de montear ha favorecido todos esos lances plasmados en metros, y no en los antiguos pasos.
Y sí, el peligro también ha subido, fruto de las balas y gatillos, pero sobre todo, de nuestras manos.
Por favor, prudencia.
Conversaciones mañaneras que laten sobre nuevas adquisiciones, dejando en el rincón de pensar a la bohemia paralela o de un caño.
Porque los tiempos han cambiado, la manera de montear ha favorecido todos esos lances plasmados en metros, y no en los antiguos pasos.
Y sí, el peligro también ha subido, fruto de las balas y gatillos, pero sobre todo, de nuestras manos.
Por favor, prudencia.