lunes, 21 de noviembre de 2022

Hablando de campo, con Poveda

HACIENDO GESTIÓN


Hola amigos, este mes quería contaros el bonito día de campo que pasé cazando en familia a rececho pudiendo abatir mi primer gamo.

El gamo es un animal que me encanta por su cuerna, su elegancia y esa peculiar manera de avanzar pegando saltitos. Y eso lo sabe sin duda Juanjo, que a la mínima ocasión que tiene nos avisa para poder ir a cazar y seguir sumando momentos a nuestro álbum de jornadas cinegéticas.

Me llegó un mensaje “prima tengo un gamo localizado que tenemos que quitar”. Me contó que era un animal bonito pero que se quedó cojo el año anterior y que desde ahí paró su desarrollo, siendo además apartado del rebaño por su cojera. Buscamos de inmediato una fecha y la dejamos marcada para irnos de rececho.

Llegó el día, todo preparado y nos dirigimos a la finca al amanecer. Al ir hacia el cazadero vimos multitud de reses de un buen porte, pero hoy no eran ellas las protagonistas, hoy tocaba buscar “el cojo”. Pasaba la mañana, y en ese lugar donde tantas horas se dejaba ver, estaba desierto, por más vueltas que dábamos, nada, no daba la cara. 

Cuando pasado el mediodía vimos metido en el monte, unas palas que asomaban y Juanjo, que le conocía bien, me dijo, ahí le tienes. Preparamos la entrada y la suerte no quiso estar de nuestro lado, unas motos por un camino cercano pasaron levantando una polvareda y haciendo un ruido que hizo que nuestro amigo decidiera escapar monte adentro dejándonos sin lance. Ya era imposible, asique nos fuimos a la casa, a buscar una buena caldereta de venado que nos había preparado Martín y allí contamos lo sucedido mientras llenábamos la barriga. Una siesta, y a recechar a última hora rezando para que el día nos diera de sí para localizar nuestro gamo.

La verdad que el cérvido dio la cara rápidamente y desde unos 120m aproximadamente logré hacer un disparo certero en el codillo cayendo a plomo sobre sus pies.

Nos acercamos y rápidamente nos dimos cuenta de la gran labor realizada ya que el pobre animal tenía la pata izquierda totalmente rígida con una articulación que parecía soldada. Su pezuña era puntiaguda debido su falta de apoyo y su cuerna se había visto reducida con relación al año anterior debido a la cojera.

Procedimos a sacar la carne, que por cierto, es exquisita y nos llevamos el recuerdo que siempre quedará grabado en nosotros.

Hoy tocó gestión y hubo que quitar un animal con problemas ya que la caza no es solo abatir el mejor trofeo sino contribuir y ayudar a que el desarrollo del campo se haga de la mejor manera posible.

¡VIVA LA CAZA!


Poveda Espinosa para www.territoriocinegetico.com

Vístete con Territorio Cinegético
Visita nuestra marca en www.territoriocinegetico.com