jueves, 10 de noviembre de 2022

Coto abierto

PASIÓN Y MUERTE DE UN VALIENTE

“Si el vínculo afectivo que une a cualquier persona con su perro es siempre muy estrecho, el de un cazador con su can va muchísimo más allá, convirtiéndose en un amor mutuo, sempiterno e incondicional. El perro de caza son las piernas, los ojos, los oídos, la nariz y el instinto de cualquier cazador. El grado de empatía y compenetración que alcanza un cazador al salto con su fiel compañero y colaborador es difícil, por no decir imposible, que se produzca en cualquier otra relación entre hombre y animal”. (Juan Delibes de Castro)

Con estas bellas y evocadoras palabras comienza mi querido amigo Juan Delibes el prólogo de mi primer libro, Pasión y muerte de un valiente. Nadie como él podría describirlo mejor. En este pequeño párrafo, Juan resume muy bien la naturaleza del vínculo que une a un cazador con su perro de caza. Pero Pasión y muerte de un valiente no se limita a describir cómo es esa relación, este libro va mucho más allá. No se trata solamente de un libro de caza sino de un relato entrañable muy recomendable para todo aquel que ame la vida, la Naturaleza y los animales. Nos encontramos además, ante una obra de carácter biográfico que narra todas las aventuras y desventuras que su autor, en este caso yo, viví con mi primer perro de caza desde que este tenía un mes de vida hasta que fallece once años más tarde de manera trágica e inesperada. 

En este libro el lector no solo encontrará maravillosas descripciones de idílicos cazaderos, oníricos lances minuciosamente detallados, un sinfín de anécdotas relacionadas con el campo y la caza o datos muy interesantes sobre las querencias de diferentes especies de la menor, sino que además, hallará un firme y meticuloso alegato en defensa de la caza y de las buenas prácticas cinegéticas que desgraciadamente tan en desuso se encuentran hoy en día.

A lo largo de toda la obra, hay una aguda crítica, tanto implícita como explícita, de lo que yo humildemente considero como malas prácticas cinegéticas y que tanto están desvirtuando la verdadera esencia primigenia de la caza. Porque, desde mi punto de vista, la práctica cinegética debe ser una actividad atávica y visceral que nos traslade a tiempos pasados y remotos donde el hombre libre, persiga a una pieza libre en un terreno libre, tal y como solía aseverar el añorado maestro Miguel Delibes. De la misma manera, me duele ver como, muy a mi pesar, la caza tradicional y ancestral languidece en pro de una caza intensiva y de bote que tan flaco favor hacen a la actividad venatoria y a quienes la practican. En mi humilde opinión, este tipo de cotos no tienen justificación alguna, por mucho que algunos se empeñen en buscarla, porque no aportan ningún beneficio ni ventaja. Me atrevería a decir incluso, que solamente reportan inconvenientes y contraindicaciones puesto que desvirtúan la verdadera esencia de la caza haciendo que esta pierda su carácter primigenio y despojándola además, de su espíritu deportivo. Y, lo que es todavía más grave, haciendo que la incertidumbre y dificultad que le dan sentido, desparezcan por completo. Asimismo, estos cotos pueblan el campo de sucedáneos de perdiz roja carentes de instinto de supervivencia que tan negativamente influyen en las poblaciones autóctonas provocando su hibridación y en última instancia su desaparición. 
En fin, se podrían enumerar bastantes más efectos contraproducentes, pero esto no es lo más preocupante, lo verdaderamente alarmante de la situación es, que lejos de limitarse o prohibirse la actividad de estos cotos, se incentivan por parte de las federaciones autonómicas esgrimiendo una serie de argumentos insostenibles y muy cuestionables.

En definitiva, Pasión y muerte de un valiente no deja de ser un compendio de razones y principios, que son mis principios, que abogan por defender el espíritu primigenio de la caza porque este es a mi juicio es el único válido. Por este motivo, no solo recomiendo su lectura a todos los amantes de la caza, la Naturaleza y el mundo rural, sino también a todos aquellos que desconocen la actividad venatoria y se posicionan en contra de ella, para que tras su lectura, puedan juzgar con cocimiento de causa, porque tal y como decía Don Miguel Delibes Setién: “la caza, bien entendida, no es muerte sino vida”.

Para finalizar, os dejo un pequeño fragmento:

“Cada jornada era una aventura deslumbrante y, sobre todo, diferente e impredecible. Daba igual lo que hubieras elucubrado quiméricamente en la rutinaria vigilia nocturna. Nada sería igual, ni siquiera se asemejaría lo más mínimo a lo imaginado y eso es lo verdaderamente extraordinario y adictivo de esta locura, Currito, que nada se puede predecir, que todo es imprevisible y la incertidumbre lo inunda todo. Es precisamente de esa incertidumbre preñada de inquietud e ilusión de donde nace la pasión que embauca al cazador”.

Pasión y muerte de un valiente, 2022.


José Manuel Llerena para www.territoriocinegetico.com


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