jueves, 29 de abril de 2021

De barrera a barrera

   LLORENÇ DANÉS

Entrevistamos a Llorenç Danés, artista, ganadero y con marcada afición cinegética.

 

TC. Muy buenas Llorenç. Para todos aquellos que nos leen. ¿Quién es Llorenç Danés?

LLD. Buenas, soy un artista y ganadero con aficiones cinegéticas.
Vivo en Sant Privat d'en Bas, mi pueblo natal, un pequeño pueblo de la provincia de Gerona.


TC. Más adelante nos centraremos en el plano cinegético. ¿Nos puedes acercar desde esta pantalla tu día a día en cuanto a la ganadería de alta montaña?

LLD. Básicamente nos dedicamos a la cría y engorde de ganado. Vacas, cabras y ovejas.

Aparte de la faena que conllevan los animales también hay mucho trabajo y dedicación a preservar los pastos. 500 hectáreas situadas entre 700 y 1200 metros de altitud. Bosques donde predominan los robles, encinas y hayas.
Las praderas y el sotobosque abundan las zarzas, los bojes y otros arbustos, todo un paraíso para jabalíes y corzos.


TC. Pros y contras de esta actividad en el siglo XXI.

LLD. Hoy en día, como ocurre en muchos sectores, es difícil tirar para adelante una explotación ganadera. La nuestra no deja de ser una pequeña empresa.
Además, la maquinaria agrícola es casi imprescindible y su modernización hace que comprar cualquier cacharro suponga un gran esfuerzo económico. Los cereales y forrajes para el engorde de los animales también elevan demasiado los costes de producción, muchas veces por la especulación que hay en el producto.

No quiero decir que todo sea malo, al final uno hace lo que le gusta y con esfuerzo y dedicación también es posible ser campesino.


TC. Además, este aspecto así como la naturaleza salvaje en todo su esplendor, te sirve como inspiración para la realización tus obras. Háblanos de ellas.

LLD. Como artista me siento totalmente influenciado por lo que me rodea. El arte refleja claramente al artista, uno no puede esconder sus sentimientos en los lienzos.
En mis obras de paisaje es fácil encontrar bosques húmedos, ríos, montañas y todo tipo de ganado como ovejas, vacas, cabras y aves.
Asimismo pinto habitualmente animales salvajes como jabalís, zorros, corzos, lobos, entre otros y múltiple variedad de pájaros, que también conviven en nuestro entorno.
Más allá de nuestro día a día, elefantes, grandes felinos, rinocerontes... Cualquier forma de vida o rincón de nuestra madre naturaleza es una excusa para dejarse llevar.
Interpreto emociones, sentimientos que surgen al deslizar el pincel sobre el lienzo y veo cómo pincelada a pincelada algo va cobrando vida en mi caballete.


TC. Caza y pesca. ¿Qué modalidades prácticas? ¿Qué tipo de especies?

LLD. Cuando vives y creces en el monte esos instintos creo que ya te salen de dentro, y más si tú familia practica esas actividades.
Empecé de pequeño con una percha de cañizal y un trozo de hilo con plomo y anzuelo.

Aquella época el río de la finca abundaban los barbos y los cangrejos, solo hacían falta un puñado de gusanos para llenar el zurrón.
También con una escopeta de balines intentábamos abatir gorriones y pinzones unas especies bastante abundantes hace 30 años.
De cangrejos hace tiempo que no he visto ni un ejemplar y los barbos también van por el camino de la extinción.

Los bisontes americanos y otras especies inversoras están acabando con ese ecosistema.
Por otras causas lo mismo pasa con los pájaros.
A los 15 años me saqué el permiso de armas. Mi primera escopeta fue una plana del 12 que si te descuidabas te dejaba más de un morado en el hombro.
Luego ya intentaba cazar, palomas torcaces, tordos, arrendajos...

Actualmente práctico la caza mayor y la pesca en el mar.
Con una embarcación semirrígida, junto mis socios, intentamos alcanzar distintas especies con diferentes modalidades. Bonitos, anchovas, lobarros, sargos, calamares, sepias... Básicamente lo que se puede, dependiendo de la época del año y del estado marítimo.


TC ¿Nos relatas brevemente ese lance o vivencia cinegética que más te haya marcado?

LLD. El que más me marco fue mi primer día en el jabalí.
Tenía 17 años, fuimos a cazar a nuestra finca donde hacia días que los marranos nos destrozaban los prados. Al poco tiempo de empezar la batida ya oía los perros que se me acercaban, deducía que venía el jabalí, ya que no disponía de emisora. Por dentro me repetía asimismo, no te pongas nervioso, apunta bien.
Hacía poco me habían regalado una Franchi semiautomática.
Me salió una marrana de 60 kg con una cría ya bastante grande a 30 y pocos metros.
Un solo tiro en el codillo la dejo seca al acto, me hicieron falta dos tiros más para abatir la cría que le dio en la cabeza.
Suerte o no, ni me lo creía, estaba templando de emoción.
Desde entonces han habido muchos otros momentos, todos tienen algo especial.


TC. La redes sociales son un fuerte hilo comunicador en nuestra actualidad. ¿Qué consejo darías a todos los seguidores sobre un correcto empleo?

LLD. Efectivamente, con un buen uso son una fuente de difusión donde puedes llegar a muchísima gente.
Yo las utilizo básicamente para enseñar y promocionar mi arte. Actualmente hago más uso de Instagram donde también pongo habitualmente historias de mi día a día.
No soy un experto ni mucho menos en redes sociales, pero yo aconsejaría ser uno mismo y no empeñarse a imitar los " influencers ".

Si se hace algo que sea por placer y no para luego colgar la foto en la red.


TC. El mundo rural cada día está más alejado del conjunto de la sociedad. ¿Cómo crees que se puede mejorar este aspecto?

LLD. Más que alejado de la sociedad yo diría que parte de la sociedad, sobre todo los "urbanitas", no entienden muy bien cuál es nuestro papel. A veces pienso que la gente no sabe de donde salen los productos que compran en las tiendas y supermercados.

Hay gente que va al monte y cuando ven un campesino se creen que está allí viviendo de " hippie " y pasando el rato con sus animalitos.

A pesar de todo, actualmente son muchos los que viven y trabajan en la ciudad pero siempre que pueden se escapan al pueblo, al entorno rural a desconectar y a disfrutar de la naturaleza.
Este entorno del que tanto disfrutamos todos se mantiene gracias a los que estamos siempre ahí, a los que vivimos y trabajamos en él.
Hace falta mas pedagogía para que se nos valore y se entienda nuestro trabajo.


TC. ¿Qué futuro crees que le depara al global de ámbito rural?

LLD. Pienso que poco a poco la gente ya va entendido mejor la necesidad de que estemos aquí. Campesinos, cazadores, gente que trabaja en los bosques. Como decía antes somos nosotros los que preservamos el territorio.

También a la hora de saborear un buen plato cada día son más los que creen en los productos más naturales y de proximidad que salen de allí.
Luego, está la gente que han reemplazado la ganadería por turismo rural o restaurantes y que de otra forma también dan vida a los pueblos de montaña.


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