Conocer es conservar, por Guillermo Cano

PESTE PORCINA AFRICANA, AMENAZA SILENCIOSA

Mientras aquí, en España, la temporada cinegética llega a su fin con total normalidad, observándose incluso un aumento generalizado de las capturas de jabalí, en el centro y este de Europa, la situación nada tiene que ver y el causante de la preocupación, que aquí de momento no existe, no es otro que la peste porcina africana (PPA), una enfermedad hemorrágica altamente contagiosa que afecta a cerdos domésticos y silvestres.

Estoy convencido de que si hoy saliese a la calle a preguntar, muy poca gente habría escuchado hablar del problema. Si tuviese la suerte de cruzarme con un cazador, ganadero, biólogo o veterinario, quizá la cosa cambiaría.

Las alarmas en Europa saltaron en el 2018 en Rumania, y en septiembre de ese mismo año la alarma se confirmó con un nuevo brote en Bélgica. En 2019 el mundo se paró, llegó la Covid, pero la PPA siguió su expansión imparable. Para hacernos una idea del problema países como Bélgica, Francia o Alemania han movilizado al ejército para simplemente acabar con todo jabalí que entre en las llamadas “Zonas de seguridad”, que son básicamente las zonas cercanas a la frontera con países donde la enfermedad está presente.

Hoy la situación es sumamente preocupante, se han empezado a detectar casos en el norte de Italia, en las comarcas de Piamonte y Liguria, a tan solo 800 km de la frontera con nuestro país. Además se da la situación de que Cataluña es la comunidad con mayor número de cabezas porcinas y que las poblaciones de jabalí aquí están disparadas.

Pero, ¿Cuáles pueden ser las consecuencias de la llegada de la PPA a España?

Pues bien, teniendo en cuenta que la mortalidad de la enfermedad puede llegar a tasas del 100% y que se produce de 2 a 10 días desde la infección las consecuencias de una entrada masiva de la PPA en España serían simplemente catastróficas. La altísima densidad de jabalíes (especialmente en la zona de entrada), provocaría una rápida extensión de la enfermedad, dejando a su paso a miles y miles de jabalíes muertos. Si hablamos de explotaciones porcinas, la cosa es aún más grave, porque a la muerte de cerdos habría que sumarle la pérdida de infinidad de explotaciones, y por tanto de puestos de trabajo.

¿Qué medidas podemos tomar nosotros los cazadores?

- Desinfección de ropa, calzado y equipos que hayan podido estar en contacto con la enfermedad, y especialmente cuando se haya cazado en países con focos activos.

- Reducción drástica de las poblaciones de jabalí.

- Control sanitario estricto de los jabalíes abatidos

- Aviso a las autoridades ante la detección de jabalíes muertos o con síntomas compatibles (Debilidad causada por fiebres altas, hemorragias en la piel…).

Es hora de tomar conciencia y de dar a conocer el importante papel de la caza y los cazadores en este tema. Solo con el trabajo en conjunto de transportistas, autoridades, cazadores e investigadores se podrá poner freno a la entrada de la enfermedad.

Guillermo Cano para www.territoriocinegetico.com

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