COLECCIONA MOMENTOS, NO TROFEOS
Este año he podido compartir temporada con antiguos compañeros y conocer muchos nuevos, con mi padre que es algo único y especial. Él fue quien me metió la caza en el cuerpo. Suerte es eso, poder compartirlo con todos ellos.
Dos de los momentos que marcarán esta temporada para el recuerdo han sido dos recechos y dos convivencias a batidas de jabalí.
Me han marcado, no solo por ser la primera vez que las vivo, sino por toda la gente que me ha acompañado en esas jornadas.
La primera fue mi rececho de arruí, un animal totalmente desconocido para mí, en un terreno totalmente nuevo. Sin saber a qué me enfrentaba, ni que me deparaba. Pero lo más especial de ese día fue la compañía mi padre. Reconozco que nos costó sudor y lágrimas, tal cual. Y el día no nos acompañaba. Del sol pasamos a la niebla y después al agua. Pero después de dos lances, el primero le deje pinchado y el segundo con la niebla ya encima, conseguí rematarlo. Al encontrarlo no pude evitar las lágrimas, no por el animal, sino por ver la cara de mi padre, era nuestro primer rececho juntos. Solo por eso ya era especial.
El segundo rececho que me ha marcado, ha sido mi primer venado en berrea, solo tenía una semana para poder abatirlo. Fue muy desesperante ya que apenas berreaban, mi padre y yo dimos mil vueltas andando. Vimos algún ejemplar pero, no lo que estábamos buscando. El fin de semana se unió mi pareja, sinceramente yo estaba perdiendo la esperanza y cuando menos lo esperábamos sonó la flauta. Al verlo mi padre dijo: no lo pienses, las oportunidades solo se presentan una vez en la vida. Cogí aire y teníais que haber visto, no mi cara de alegría, sino las de ellos. Creo que me vieron tan nerviosa que pensaron que no sería capaz de abatirlo.
Una de las convivencias que viví fue en Ourense, una zona preciosa donde los paisajes son cautivadores para todo aquel que ame la naturaleza. Reconozco que no tuve suerte. Pero la caza allí no tiene nada que ver con lo que estoy acostumbrada a hacer por aquí. La gente es muy sana, allí la caza es una fiesta, donde se conviven unos con otros. Se comparte, se aprende y sobre todo, se disfruta del campo y la naturaleza sin importar los animales que se abatan. De allí me traje más que amigos, una familia. Una experiencia para el recuerdo la que espero repetir muy pronto.
La otra fue en Bielsa, me hacía especial ilusión por que iba a conocer a compañeros con los que llevaba tiempo hablando. Pero no tenía el gusto de conocer en persona. Si Ourense me cautivó, los Pirineos ya ni os cuento. Recomiendo, aunque solo sea visitarlo, volví enamorada de esa zona. Pero lo que me cautivó de allí es poder ver por primera vez los sarrios, nunca los había visto en el campo, es un animal precioso. La caza en esta zona es bastante dura, pero a la vez muy satisfactoria. Allí la gente no deja un animal en el campo, por muy duro que sea sacarlo. Tuve un lance, pero debido a la espesura de su monte no fuimos capaz de encontrarlo. Y mira que dimos vueltas y echamos rato. Si algo se parece a Ourense es que la caza es fiesta entre compañeros, todo se comparte no hay malos rollos y lo que menos importa son los animales abatidos. Nos trataron a todos como si fuéramos familia.
Pero si algo me llamó la atención, es su gente. Es la España vacía. El pueblo más grande es Bielsa que tendrá unos 400 habitantes, sus alrededores, la mayoría son pedanías. Teníais que ver la unión que tienen y como se ayudan unos a otros, es fascinante. Nos contaron un poco de cómo viven y las dificultades que tienen a veces. Sinceramente muchos de nosotros somos afortunados por cosas muy insignificantes, que ellos para poder acceder a ellas tienen que hacer muchos kilómetros.
Como veis, mi temporada no se resume en trofeos, sino en personas, momentos y recuerdos porque para mí la caza es esto.
Por eso agradezco a todo aquel que ha compartido temporada conmigo, que ha ayudado a sumar momentos para el recuerdo, a los antiguos amigos y a los nuevos.
Ahora a esperar a la que viene recordando estos maravillosos momentos, espero y deseo que hayáis tenido una feliz temporada.
Una aficionada.
Marta López para www.territoriocinegetico.com
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