UN PUNTO DE INFLEXIÓN
Era momento de hacernos oír y de hacer ruido para que nuestra voz se escuchase en los estamentos que dirigen nuestra actividad. Pero creo que no debemos quedarnos ahí, este 20 de marzo de 2022 debe ser un punto de inflexión propio que nos haga reconducir nuestra actividad hacia un futuro estable y sostenible. Hay decenas de cosas que se pedían en la manifestación que en mi opinión tienen que cambiar si queremos que todo este esfuerzo por juntarnos no se quede en agua de borrajas.
Me sorprendieron enormemente las declaraciones del presidente de uno de los organismos responsables de haber llegado a esta situación, la Real Federación Española de Caza, y es que, aunque parezca mentira, muchos de los problemas que tiene la caza hoy en día los han creado los organismos que a priori tienen la obligación de defendernos, organismos que en muchos casos se han dedicado a repetir y repetir los mantras de siempre, olvidando que el mundo y la caza evolucionan.
Decían sus palabras que no podían prohibirnos la tórtola ¿Alguien ha echado un vistazo a los datos? Muchos me contestarían aquí que los datos los han enviado los animalistas y “ecologistas”, y les daría la razón, pero del mismo modo les diría que la culpa es solamente nuestra porque la federación y otros organismos se han dedicado a politizarse y a acomodarse mientras el descenso poblacional era patente en el campo.
Otra de las cosas que decían era que no podían prohibir el plomo, y aquí tengo que darles la razón, no pueden prohibirlo drásticamente, pero sí debemos trabajar en la dirección de acabar con él paulatinamente, más pronto que tarde. Tenemos estudios que nos informan de los altos niveles de plomo en aves necrófagas y mejor aun tenemos ya en el mercado alternativas al plomo. ¿A qué estamos esperando para ponernos a ello?
La caza nos guste o no está englobada en una sociedad mayoritariamente urbanita, una sociedad que no conoce el funcionamiento de los ecosistemas, pero que sin embargo tiene mucha fuerza en los estamentos para decidir sobre ellos. Hemos de trabajar enormemente en la forma de mostrarnos, tenemos un férreo núcleo joven de cazadores cada vez más concienciados, aprovechémoslo. Tenemos herramientas, trabajemos las redes sociales, invirtamos en educación ambiental, enseñemos a las nuevas generaciones, esas que han nacido sobre el asfalto, que lo que hacemos tiene un sentido.
Ojalá sea este 20 de marzo de 2022 el día en el que la caza empezó a mirar al futuro, yo, como cazador, aún tengo esperanzas.
Guillermo Cano para www.territoriocinegetico.com
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