viernes, 3 de diciembre de 2021

Coto abierto

CAZA EN CERCONES, POR GESTICAZA

Fincas cercadas y cercones, ¿por qué los cazadores debemos exigir su prohibición o, al menos, dejar de demandar este “tipo de caza”?

Por todo el colectivo de cazadores, es bien conocida, la delicada situación que atraviesa nuestra actividad, en relación a su aceptación social en nuestro país. Este rechazo se manifiesta, en muchas ocasiones, en peticiones o manifestaciones dirigidas hacia nuestros políticos y administradores con el objetivo de prohibir algunas modalidades, la explotación de ciertas especies, o la actividad en general.

Los factores que nos han llevado a esta situación son diversos; por un lado, las tendencias animalistas junto a una desconexión del mundo rural, han dado lugar a una incomprensión y desconocimiento acerca de nuestra actividad, y por otro lado, en ocasiones, una caza que se encuentra lejos de ser un aprovechamiento sostenible y compatible con la conservación, a la vez que éticamente aceptable.

Puntualizando esto último, y desde mi punto de vista, diré que la actividad cinegética en sí misma, podría ser totalmente compatible con la conservación (incluso favorecerla), al mismo tiempo que ser la forma más ética de obtener carne. Sin embargo, la existencia de ciertas modalidades (fincas cercadas, sueltas de especies de caza menor, campeonatos...) o la forma de ejecutar otras (recechos con una visión puramente trofeísta sin importar sus consecuencias ecológicas, o el hecho de llevarse únicamente la cabeza/el trofeo del animal y dejar el resto del cuerpo/la carne en el campo), desvían a la caza de esa situación ideal de partida.

Una de las modalidades más criticadas, tanto desde el punto de vista medioambiental como ético, es la caza practicada en fincas cercadas y cercones sobre especies de caza mayor. Los argumentos son numerosos y los describo a continuación.

Por una parte, los ambientales:

1. Sobrepoblación o sobreexplotación de las fincas: con el objetivo de hacer rentable estas explotaciones, es imprescindible que haya una gran densidad de animales, superando la capacidad de carga del medio (lo que es capaz de mantener la finca con sus propios recursos, sin aporte externo). A pesar de que, casi siempre, estos animales son alimentados de forma artificial o externa, aun así, existe una enorme presión sobre la fauna y vegetación del entorno. Algunos ejemplos son el pisoteo de la vegetación, la dificultad de regeneración del arbolado por las escodaduras de cérvidos o la elevada depredación sobre especies de aves que anidan en el suelo por la abundancia de jabalíes. Todos conocemos los videos en los que aparecen cientos de jabalíes detrás de un todoterreno que les echa de comer, donde el suelo está completamente desnudo, ni una hierba.

2. Introducción de especies, subespecies o poblaciones no autóctonas: este tipo de fincas surgen con el objetivo de cazar más animales y con un mayor trofeo. En muchas ocasiones, para conseguir este objetivo, se ha recurrido a la introducción de subespecies o poblaciones de otro ámbito geográfico. Un ejemplo común son los jabalíes de sangre centroeuropea, que según me contaba un encargado de varias de estas fincas y he podido ratificar, son mucho más precoces tanto para criar como a la hora de desarrollar un gran trofeo. Pero, ¿cómo influye esto sobre las poblaciones salvajes del entorno? Todos sabemos que es relativamente habitual que alguno de estos animales se escapen del vallado, y por tanto, se reproduzcan con los animales autóctonos, dando lugar a una pérdida de su pureza genética.

Para entender la gravedad del asunto, podemos comparar este hecho con la hibridación del jabalí con el cerdo vietnamita, lo único que estos tienen una apariencia física mucho menos atractiva, pero los efectos a nivel genético serían similares.

3. Alta transmisión de enfermedades: las altas densidades, la alimentación artificial (favorece su concentración), el transporte de unas fincas a otras, y la ausencia de obligatoriedad junto a la dificultad para llevar a cabo un control sanitario estricto, hace que en ocasiones en estas fincas exista una alta transmisión de enfermedades. No se me olvidará nunca, que en una finca cercada colindante (y de reconocido prestigio) con un antiguo coto propio, en una montería salieron positivos en tuberculosis ciento diez animales de los doscientos abatidos. Desde la aparición de estas fincas en la zona, también han comenzado a salir animales enfermos en los terrenos abiertos.

4. Eliminación de competidores. Con el fin de aumentar la rentabilidad, en ocasiones, se produce un mayor y excesivo control sobre los depredadores. Asimismo, para realizar una mejor explotación de una especie, en ciertos casos, se procede a la eliminación del resto de especies cinegéticas. Cada vez es más habitual que en un cercón de venados se quiten los jabalíes, y viceversa.

No obstante, si descartamos todo lo anterior, y nos ponemos en la mejor situación, en la que la gestión sea ejemplar (densidades adecuadas, animales autóctonos, un control sanitario estricto, etc.), aunque yo personalmente no conozco ningún caso a pesar de que este tipo de fincas abundan en mi zona, existe un factor negativo e intrínseco de estos aprovechamientos cinegéticos: la presencia de un gran vallado.

5. Fragmentación ecológica: la presencia de vallados de gran altura produce un efecto barrera en las poblaciones de ungulados y otros animales. Si tenemos en cuenta que la presencia de infraestructuras lineales “cotidianas” como son carreteras (especialmente las autovías y autopistas con sus vallados), las vías del ferrocarril o los canales de riego, provocan la fragmentación de las poblaciones, estas fincas cercadas, y por tanto valladas, contribuyen a aumentar dicho problema. Para una mejor compresión, pongo un ejemplo de mi zona:

La presencia de tres grandes fincas cercadas ha rodeado y, prácticamente, aislado a un coto social. Esto tiene especial incidencia sobre la población de ciervos, ya que solo existen poblaciones colindantes al sur y al este (desde donde se expandieron), por lo que estas fincas cercadas provocan un efecto barrera, ya que en la única pequeña zona sin vallar existe una explotación ganadera, que termina prácticamente de limitar el movimiento de animales. Esto ha dado lugar a la disminución, o la casi desaparición, del flujo genético entre las poblaciones, y por tanto, un aumento de su endogamia y los correspondientes efectos negativos.

Por otra parte, los argumentos éticos se pueden resumir diciendo que echan por tierra los principales motivos (al menos en mi opinión) para justificar la actividad: el control de poblaciones y el autoconsumo de la carne de caza.

En primer lugar, al estar encerrados los animales, no se puede defender la caza como una herramienta de gestión de poblaciones con el objetivo de evitar daños en cultivos o disminuir el número de accidentes de tráfico, ya que estos problemas son inexistentes.

En segundo lugar, en todas las acciones que en ellas se realizan, los cazadores no consumen las piezas que cazan, ya que son vendidas por la empresa organizadora o la propia finca.

Asimismo, la presencia del vallado, el cual reduce enormemente las posibilidades de escapar de los animales, junto a que es relativamente habitual ver planteles con centenas de animales abatidos, hace que las personas ajenas a la caza (y muchos cazadores también) lo vean como auténticas masacres (no olvidemos la repercusión que tuvo la famosa montería de Portugal en la que se abatieron más de quinientos animales).

(Conclusión).

Por todo ello, existen suficientes argumentos, tanto ambientales como éticos, para exigir la prohibición o, al menos, dejar de demandar este tipo de aprovechamientos, y con ello mejorar la sostenibilidad e imagen de nuestra actividad.

Para terminar me quedo con una afirmación de Jerónimo Cuesta (@cinegetics) donde dice: “La caza es la forma más noble, respetuosa y natural de poner un plato en la mesa y tiene una relación intrínseca con el esfuerzo, el sacrificio y la libertad, hasta el punto de que si no hay libertad, no existe caza alguna”.



Vístete con Territorio Cinegético
Visita nuestra marca en www.territoriocinegetico.com

Enlace Decathlon Solognac