miércoles, 15 de diciembre de 2021

Variedad cinegética, por Miguel Escobar

LA MONTERÍA

Todos los que vamos de montería, estamos en el puesto esperando que entre ese animal tan deseado, pero qué hay realmente detrás de toda esa situación y gestión para que todo salga bien y pasemos un buen día de caza.

La montería se empieza a preparar desde mínimo un año antes, ver las armadas que se pueden poner y ver las que hacen falta limpiar para tener unos tiradero limpios y seguros, con bastante antelación de la acción cinegética y así evitar el molestar a las reses y dejar sus querencias naturales.

Depende de la dimensión de la finca a cazar y el tipo de vegetación, se conceden más o menos puestos. Establecida la fecha, se piden los permisos de los veterinarios, se pagan las tasas correspondientes y se sacan los seguros de la acción cinegética.

Es hora de avisar a las rehalas con bastante antelación, para que, luego, a última hora, no nos cueste más encontrarlas. Lo lógico es avisar a rehalas de la zona y conocedoras del terreno, que ya lo han monteado seguramente otros años. También reservar las caballerías que depende del terreno y de los accesos de los vehículos a las armadas, necesitaremos uno o varios caballos.

Una vez que sabemos los puestos que tenemos concedidos, vemos las armadas que hay y cómo será la distribución, siendo de suma importancia poner todas las armadas de los cierres primero y el resto de puestos meterlos en traviesas centrales y demás armadas del centro de la mancha.

Hay fincas que tienen abundante agua durante todo el año y hay otras que hay que llevarles agua en verano. Lo normal es unos meses antes de la acción empezar a echar de comer a la mancha coincidiendo con los meses de menos comida como es en verano y ser constantes hasta el día de la montería.

Faltando 1-2 meses, es hora de poner los puestos siempre mínimo dos personas, irán marcando y viendo los pasos de los animales y asegurándose uno en un puesto y el otro en el puesto de al lado que están a una distancia considerada y no tienen ningún peligro. Es mejor dejar hueco sin cubrir y que se escape una pieza a que los puestos estén más cerca y corran algún riesgo, la seguridad siempre es la prioridad.

Ya tenemos la mancha cortada, así que ya hay que molestar lo menos posible en la finca,  solo para echar de comer y poco más. Los postores ya tienen constancia de sus armadas y si hay dudas se enseña con bastante antelación para que el día de la montería no haya dudas ni despistes.

Toca papeleo, preparar todas las armadas con sus puestos, marcar en el mapa los puestos y armadas dirección de los perros, escribir los postores en los puestos, normas y todo lo relacionado con la orientación del puesto, para que cuando el montero coja su puesto le sea todo más fácil.

Llegó el día. Lo primero, nada más amanecer, es ir a poner los carteles de aviso de peligro montería, para avisar de la acción en el caso de que alguien estuviera por la zona, luego preparar los puestos y mezclarlos para su sorteo y SUERTE!!!. No puede faltar antes de salir el plato de migas, charla delante de todo el mundo para avisar lo de siempre , no tirar a la mancha, las especies que se pueden abatir… Las primeras armadas en salir los cierres y los últimos los puestos de el centro de la mancha.

Todo listo y preparado para pasar un buen día de caza.

Miguel Escobar para www.territoriocinegetico.com


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