martes, 28 de diciembre de 2021

Tiempos de caza, de la mano de JOCAEX

HAN PERDIDO LAS COSTUMBRES MÁS TRADICIONALES, LAS REHALAS


Desde pequeño, siempre me je criado entre perros, al ser mi padre dueño de rehala. No fue hasta los 8 años, cuando entré por primera vez al entre al monte con ellos, desde entonces se apoderó de mi esa afición tan bonita como es la rehala. 

Me acuerdo de aquellos grandes perreros ataviados con chaquetilla y zahones de cuero que se congregaban en las monterías, donde lo principal era el compañerismo que había y la unión entre todos, tanto entre los mismos perreros, como entre cazadores y rehaleros, donde si un perro faltaba, todos se esperaban y nadie abandonaba el monte. 

Me contaba una vez el perrero que tenia mi padre, que en una montería, concretamente en la finca "las Trampas" en Baterno, los caminos se pusieron intransitables y varios camiones no pudieron salir, pues todos los perreros se quedaron en la finca para que no se quedaran solos, los que atollaron sus camiones, esos si era compañerismo.

Hace poco escuché en una montería un comentario que me llamó bastante la atención, dicho comentario fue que los rehaleros habíamos perdido las viejas costumbres, como, por ejemplo, el uso de ropa para montear, usando en la actualidad monos de trabajo, o el uso de los zahones y polainas, y que habíamos perdido la costumbre del uso de la caracola al llevar GPS en muchos de nuestros perros. Esto me llevo a preguntarme ¿no es posible aprovechar los avances como el uso de dichos collares de GPS o los chalecos para proteger a nuestros perros y seguir manteniendo buena parte de nuestras costumbres tradicionales que siempre ha habido en las rehalas?

También en lo referido, me hace pensar en otra cosa, en la actualidad, en muchas de las monterías, la figura del rehalero ha pasado a ser la última parte del eslabón de la misma, cuando antes era el principal protagonista, siempre se ha dicho la frase de que sin rehalas no hay montería, pero parece que esto ya se va perdiendo. Me acuerdo cuando de pequeño empecé a acompañar a mi padre a las monterías, los rehaleros eran considerados los principales artífices de la celebración y esto, en muchos lugares, se ha perdido, como, por ejemplo, que se cite a los rehaleros en lugares diferentes, o que ni tengan un mísero café por la mañana. 

Otra cosa que recuerdo, era que antes cualquier montero te ayudaba en lo que hiciera falta, si veía un perro te avisaban, o incluso te llevaban donde le habían visto, ahora le preguntas y ni se fijan en qué collar o hierro lleva el perro, por suerte, en mi zona de caza, aún existe ese cierto respeto a los rehaleros, pero en otras zonas cada vez sucede más. Por lo que yo me pregunto, si es más importante mantener tradiciones como los zahones o la caracola, o mantener el respeto que se merecen los rehaleros.

Iniciativas como la de "Rehalero por un día" organizada por JOCAEX hacen que muchas personas puedan conocer el trabajo que lleva la rehala y así en un futuro poder seguir demostrando a los rehaleros el respeto que merecen, ya que el tener rehala en la actualidad no es por motivos económicos, sino por amor a sus perros y afición por la caza.


Emilio Montilla para www.territoriocinegetico.com

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