viernes, 14 de enero de 2022

Tiempos de caza, de la mano de JOCAEX

LOS FURTIVOS DEL SIGLO XXI


Si al Peluso y a la Rubia le vinieran unos pocos desubicados a decir que le van a cortar sus partes, a buen seguro que D. Juan Lobón pondría orden de por medio, con honestidad y sencillez.

A decir verdad, ha pasado mucho tiempo, pero no son tantos los cambios que ha tenido nuestro querido sector en cuanto al sentir de la actividad por aquellos años. Quiero pensar que de caer el señorito Iván por este panorama actual, el que escribe tendría puesta la mano en el fuego porque hubiera sido uno de esos cabecillas que se monta una película de representación, una voz y un sitio en la cabecera de cualquier manifa.

Nada más lejos para ponernos en situación que la presente convocatoria de revolución rural. 13 de noviembre, 23 de enero, vídeos, mensajes y sinfín de interferencias, que no hacen más que restar veracidad a las directrices marcadas por quienes en verdad representan el colectivo. Y digo en verdad, porque así constan con nombres, apellidos y DNI todos y cada uno de los más de 300.000 representados y federados.

En relación a lo anterior, tenemos por dentro un sector confundido, equivocado y cansado de que unos des-representados jueguen con la ilusión de las personas más sencillas. Por fuera seguimos construyendo un enorme escaparate de desunión, división de objetivos y conformando una opinión demasiada abstracta, como para que quienes tienen que tomar decisiones las tengan en cuenta.

Superado el filtro anterior, si no morimos en el intento, nos esperan los problemas de verdad, los que amenazan el sector, la forma de vida, la tradición y todos esos términos tan reales como caducos por haberlos empleados tantas y tantas veces en vano.

Lo cierto es que tenemos prohibida la caza de la tórtola, el silvestrismo, la caza en parques nacionales. Sobre la mesa una Ley de Protección de los Derechos de los animales que supone un atentado contra la propia dignidad de las personas en algunos casos, un RD de Núcleos Zoológicos con importantes acechos al sector. La prohibición del plomo, la prohibición de la caza en el 10% del territorio, la radicalización extrema de los anticaza y un sinfín de argumentos que de seguir la misma senda nunca tocaremos diana.

De lo único que estoy seguro es que si nuestros abuelos, maestros, y todas aquellas personas de bien que consolidaron el sentir de la caza más humilde hubieran caído en este bochornoso espectáculo no hubieran dejado que ningún señorito Iván se pusiera por delante.

Hasta Azarías tomó la justicia de su mano.

¡NOS VEMOS EL 20 DE MARZO EN MADRID!

José Ángel Durán para www.territoriocinegetico.com

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