PROTECCIÓN DEL LOBO ¿ES ESTE EL CAMINO?
Desde ese momento, las reacciones no se hicieron esperar, para unos una victoria, para otros una derrota. ¿Perdón? ¿Victoria, derrota? ¿De qué va ésto?.
El lobo es un patrimonio natural de todos los españoles, una especie en la cúspide de la cadena, un depredador nato y una de esas especies que levanta sentimientos radicalmente encontrados.
Pero antes de valorar la medida, pongámonos brevemente en situación. Los mejores datos hablan de unos 2500 lobos en España, los peores de unos 1000, todos ellos coinciden en la existencia de alrededor de 300 manadas, la variación viene del tamaño de las mismas. Si observamos la distribución territorial nos daremos cuenta de que principalmente de distribuyen por el noroeste del país, llegando a zonas de Madrid y Guadalajara. Desde luego, es imposible negar la expansión territorial en los últimos años, pero del mismo modo no podemos negar que al lobo le quedan muchísimos territorios por reconquistar para alcanzar su distribución original.
Atendiendo a ésto en exclusiva, la protección se hace más que necesaria, a mi juicio no hay duda de ello, pero por desgracia hay mil factores que influyen y que no se han tenido en cuenta. El lobo, no es una especie como otra cualquiera, causa conflictos sociales, tiene una fuerte “leyenda” detrás, genera incluso pánico en algunas personas, es decir, el lobo no es una especie más, sino que forma parte de un gran problema de fondo.
Soy de los que creen en el dialogo y de los que piensan que las cosas importantes solo con consenso llegan a buen puerto, y eso justo es lo que creo que ha faltado en la protección del lobo. ¿Por qué no se ha llegado a un acuerdo de mínimos entre los sectores afectados? Simplemente porque el “Tema lobo” se ha radicalizado, se ha politizado, nadie escucha, todos hablan.
Por tanto y, en mi opinión, he decir que Protección del lobo sí, pero no de la forma en que se ha hecho. De todas formas, veo más adecuada esta situación que la anterior, donde se cazaba al lobo atendiendo a un simple número, y no teniendo en cuenta el tipo de ejemplar que se cazaba.
En cuanto al sector cinegético creo que es hora de dar ejemplo, de proteger lo que también es nuestro, de proteger el lobo. Por desgracia lo veo difícil, no hay más que leer los comentarios de muchas publicaciones que hablan sobre el tema, no tardan en aparecer frases como “Al lobo plomo” y similares. Sé que estos individuos no representan al total del colectivo cazador, que son minoritarios, pero por desgracia aún son demasiados. ¿Vamos a dejar que sean la imagen que tiene la sociedad de nosotros?
Está en nuestra mano
Guillermo Cano para www.territoriocinegetico.com
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