lunes, 22 de noviembre de 2021

La picada, por Aitor Martínez

CONSTANCIA Y PACIENCIA

Con la bajada de temperaturas y sabiendo la dificultad para sacar y localizar a los peces, nos disponemos a echar una sesión completa de un día, desde los primeros rayos de sol hasta su puesta. Después de, montar, colocar y echar las cañas, solo nos faltaba esperar.

Pasaban las horas y unos breves pitidos de las alarmas nos hacían creer que pronto estaríamos ante una picada, pero ni mucho menos. Justo después de comer se arrancaba una picada y tras clavarla y empezar la lucha, el pez se desengancho y mirando lo positivo, todo el montaje volvió y nos disponíamos a volver a colocar el cebo en el mismo lugar.

Se acercaba la hora de recoger y nada de nada. Eran las 6 de la tarde, cuando el sol se escondía tímidamente y lo único que nos quedaba era no perder la paciencia, ya que sabíamos que el cebo estaba en el lugar apropiado y era cuestión de esperar, cuando a la media hora pipipipipi…. Empezamos la lucha y lo que menos íbamos a pensar es que a tras varios minutos, la otra caña empezó a pitar, consiguiendo llevar a los dos peces a la moqueta.

Ya con los peces en la moqueta, nos dimos cuenta de que se trataban de dos carpas comunes de buen porte, 12 y 13 kilos, respectivamente, y nos confirmaron la fuerza y pelea que tuvimos que pasar para poder quitarnos “el bolo” y, sobre todo, la satisfacción y premio por aguantar hasta última hora y no venirnos abajo. Un magnifico doblete y a casa con el trabajo echo.

Aitor Martínez para www.territoriocinegetico.com

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