lunes, 2 de noviembre de 2020

Carta de la web

 Esencial

Noviembre, mes en el que la maquinaria cinegética empieza a engrasar. Las primeras ladras son ya un eco atronador entre los monteros. La memorización de las iniciales sensaciones retumban en cada uno de nosotros, posiblemente nunca se olviden y se guarden en el cajón de vivencias cinegéticas que todo cazador retiene y lleva consigo para siempre. ¿Quién no recuerda ese lance que se pudo dar o se dio sin detenernos en el resultado? ¿Quién no rememora la huella de la feliz soledad de la postura? ¿Quién no recapitula ese olor a comida casera entre amigos? ¿Quién? 

Porque la caza es esencial, para ello las leyes deben ir unidas a esta práctica, endureciendo todo lo pertinente en cuanto a la protección del animal fuera de vedas, cupos y correcto empleo, nunca en contra de la sinrazón fanática.

No nos gusta defender la caza desde el espectro económico, traspasa ese importantísimo aspecto, pero, ¿qué está pasando con las zonas rurales durante esta pandemia? Los pequeños caterings, el bar de turno, el pequeño comercio, los hoteles rurales, la gasolinera de la comarca... Entre tantos, suplían el otoño e invierno con el incentivo cinegético. Esencial.

Para no caer en lo monetario, que no es poco, giramos a lo emocional. La vida que vuelve a la raíz cada fin de semana, por situarnos, regresa a esa España vaciada "tan de moda" en campaña electoral. La voz del chiquillo que se impregna del sentimiento de pertenencia de sus abuelos, el éxodo rural arrebató de vida a los pueblos, pero los llenó de afecto. Esencial.

Clama por la declaración de la caza como actividad esencial.

Vístete con Territorio Cinegético
Visita nuestra marca en www.territoriocinegetico.com