¿Por qué pesco?
Mi nombre es Santi Molina, aficionado a la pesca desde muy jovencito. Aquí os dejo un breve relato de cómo y por qué empecé en este bonito mundo de la pesca.
Lo cierto es que todo empezó acompañando a mi abuelo a un pequeño río con la intención de sacar algunas bogas. A lo que después se suma la afición y el amor que siente mi padre por la naturaleza y las aficiones que este nos brinda con la caza, la pesca, senderismo o el simple placer de sentarse a observar los animales. Devoción que por suerte tanto mi hermano como yo hemos heredado.
Poquito a poco empezamos a pescar con más frecuencia hasta que nos caló de tal manera que era una obligación pasar el sábado de pesca y todo lo que esto conllevaba: viernes durmiendo en “la viña¨, madrugones y mucha ilusión por envolvernos en las maravillas del campo.
Pocos años después adquirimos una pequeña barca, un paso con el que decidimos entrar en el mundo de la competición, y ahí fue cuando esta afición nos cautivó por completo. ¨LA PESCA DEL BLACK BASS¨, ganas de mejorar, reunirte con gente del gremio, compartir experiencias, aprender y enseñar a los demás, además de esos pequeños “piques” sanos… Todo lo que va más allá de colocar un señuelo y lanzarlo al agua.
Con el paso del tiempo te das cuenta de la importancia de la pesca hasta que acabas por aceptarla como modo de vida. Y es que es una gran terapeuta, te ayuda a desconectar de los problemas, el estrés y te olvidas del mundo, dejando tu mente tan vacía y tranquila que tu única preocupación es provocar esas picadas al final de la línea.
La pesca te inunda, echar a volar la imaginación de ese pez que todo el mundo sueña, esforzarte por llegar a esa picada que te salva el día y la gratificación de estar y disfrutar de nuestras sierras que tanta paz nos dan.
Yo, en lo personal, me siento una persona muy afortunada, ya que muchos de mis seres más queridos comparten y viven estas experiencias conmigo, tanto mis dos hermanos, mi pareja, mi padre y primos.
La variedad de amigos que haces, amistades que sabes que son para toda la vida. Esas convivencias, quedadas, encontrarte con ese amigo en el agua... Sencillamente es algo maravilloso.
En resumidas cuentas, esto no es una simple afición, esto es una pasión, es un deporte sano, con infinitas posibilidades y modalidades por y para todos. Sin duda es una pasión que le intentare inculcar a mis hijos.
Cordialmente me despido de todos vosotros, espero que empaticéis conmigo y disfrutéis tanto leyendo como yo relatando.
¡Un saludo y… buena pesca!
Santi Molina para www.territoriocinegetico.com
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