Hablando de campo, con Poveda

UN RESPETO NECESARIO

Hola compañeros, en primer lugar quiero deciros que es un orgullo poder estar aquí con vosotros en este espacio, en el que os contaré opiniones y experiencias sobre temas que acontezcan en la caza, nuestras tradiciones en general y el MUNDO RURAL.

En este primer artículo quiero hacer una reflexión de cómo y hacia donde derivan nuestros pueblos y que repercusión pueda tener en la sociedad y economía a nivel nacional.

Vivimos en un mundo globalizado muy manipulado por la política y los medios de comunicación en los que a todos se les llena la boca, en cuanto, a la defensa del campo y la sociedad rural, pero la realidad es otra muy diferente.

Los pueblos no solo son el lugar donde pasar el fin de semana y hacer la fiesta con una barbacoa en la finca de nuestros abuelos, el lugar donde hacer una foto a una vaca en una pradera o retratar una bonita puesta de Sol. Los pueblos son el sector primario, el motor de nuestro país, la base de la economía y necesitan ser respaldados y reconocidos los 365 días del año.

El agricultor necesita la ayuda del cazador, el cual debe por ejemplo, regular la población de jabalíes y conejos para proteger su cosecha.

El ganadero necesita esa colaboración reguladora del lobo y el control de ungulados (ciervo, corzo…) evitando brotes de sarna y tuberculosis entre otras.

El respeto entre sectores es fundamental para que todo siga funcionando correctamente, ya que todo es una cadena, que aunque pensemos lo contrario, a la larga nos afectará en mayor o menor medida, pero lo notaremos.

Desde las administraciones deben proteger a ese sector de producción tan importante, que garantice la continuidad y calidad de nuestras carmes y productos agrícolas, que tan reconocido prestigio tienen a escala mundial.

Es imprescindible permitir la regulación del lobo y no ese intento, tan populista, y lleno de “buenismo” de prohibición de su caza, así como la gestión cinegética en parques naturales, donde recientemente la han prohibido sustituyéndola por auténticas matanzas de animales, algunos incluso en período de gestación.

Recordemos que la caza emplea a 187.000 personas al año y genera 6.475 millones de euros a nuestra economía.

Hay que recordar que España es un país turístico y somos reconocidos, entre otras cosas, por nuestra tauromaquia, ganaderías, fincas, así como todo lo que gira entorno a una tarde de feria, que dicho sea de paso, es otra gran fuente de ingresos.

Qué sería de nuestras fiestas, sin los toros. Los toros son arte, cultura, para otros significa jolgorio y diversión, en resumidas cuentas, son tradición de nuestro país, la fiesta nacional, que debemos defender y dar a conocer, sobre todo, a las futuras generaciones para garantizar la continuidad en el tiempo.

Por todo esto, creo necesaria la difusión de la verdadera realidad de la caza, del mundo rural, de los toros y entre todos la debemos dar a conocer para una estabilidad social, evitando esa división pro/antitodo, que viene provocada por la desinformación en unos casos y los intereses políticos, en otros. Sería interesante que en los colegios se enseñe ecologismo de verdad, y la auténtica necesidad de la caza (como se hace en algunos países europeos), así como el respeto por lo nuestro, conociendo nuestras tradiciones. Porque está muy bien el conocer fiestas y costumbres de fuera de nuestras fronteras, pero nunca perder lo propio.

Necesitamos ese reconocimiento y para ello creo que tenemos que estar unidos y entre todos poder relanzar el mundo rural y limpiar esa imagen equivocada de nuestras tradiciones, haciéndolas ver como algo muy necesario.

Espero que os haya gustado y nos vemos en el siguiente artículo de…. “Hablando de campo con Poveda”.

 

Poveda Espinosa para www.territoriocinegetico.com

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