LA CUADRILLA
Cuadrilla: grupo de desconocidos que se convierte en familia.
Hay que andar mucho y con tiento para hallar una cuadrilla para toda la vida, y más siendo mujer. Por suerte he encontrado mi hogar cinegético, es una cuadrilla de muy buenos veteranos. No es lo mismo cazar con mis primos y mi tío que con mi cuadrilla. Mi familia me conoce desde que era un bebé; sin embargo mi cuadrilla, sabía de mí lo que le habían contado. Al principio iba de invitada, no aportaba nada al grupo, sólo mi presencia. Poco a poco, iba descubriendo que ese sitio, era el mío. Pasé de ser una mera invitada que hablaba poco a ser una más de ellos. Sí, todos hombres, menos yo. Nunca me tratan diferente, no cambian de tema cuando estoy con ellos. Ellos son conmigo y yo soy con ellos.
Es tan importante encontrar una buena cuadrilla que, te enseñe, valore, respete, aconseje, guíe y te forme para ser un buen cazador, sin importar la edad, género o gusto personal entre las diversas modalidades cinegéticas que hay.
Como suele decirse "maestro de todo, oficial de nada", pero la veteranía y los diversos gustos respecto a las modalidades, hacen que una buena cuadrilla sea abierta de un amplio espectro. Todos aportamos algo a los demás, aunque sea lo más mínimo. Normalmente las cuadrillas están formadas por cazadores a los que le gusta la misma modalidad cinegética. En la mía a cada uno le tira una cosa, que si: el zorzal, el reclamo de perdiz, la torcaz en verano, tiradas desde cerro, podenco, bretones, esperas, codorniz...
Pero en lo que todos coincidimos es que si uno de nosotros falla en asistencia a la jornada de caza, no es lo mismo. Esta pandemia por la que estamos pasando, nos ha hecho ver la importancia de esos ratos que pasamos haciendo lo que más nos gusta, estar juntos realizando la actividad cinegética.
Las risas, las historias, las lecciones, los lances de la jornada, el buen trabajo, el compañerismo, todo ello, dejando de lado la envidia.
En mi cuadrilla no importa el abatimiento o no de piezas, lo que importa es estar juntos.
No dejando de lado mis principios en esta andadura tan especial como cazadora, siempre ha estado y está muy presente mi familia, que es la base para todo cazador. Te encauza en esta senda tan maravillosa. Si de pequeña no hubiera estado atenta a ellos, los cazadores veteranos de mi familia, no hubiera encontrado a mi cuadrilla.
Con esto quiero hacer ver la importancia del compañerismo, el respeto y la enseñanza, de para con el prójimo. Que no dejemos de lado a nuestros mayores, porque sin ellos no seriamos nada, no tendríamos ética, ni moral ni sabríamos que hacer en cualquier circunstancia o lance que se nos presente. Ellos nos han enseñado y hacen todo lo posible para que aprendamos muy bien las lecciones, sin necesidad de enfado alguno, solamente dando consejos a sus jóvenes promesas cinegéticas.
Desde JOCAEX queremos dar las gracias a todos esos mayores, a esa buenas cuadrillas y a esa familia, que son un respaldo y un gran apoyo.
Virginia Blanco Torres de JOCAEX para www.territoriocinegetico.com
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