lunes, 13 de septiembre de 2021

Canes, por Mª Ángeles Ayuso

EL DRAHTHAAR


Hablamos de sus orígenes:

La selección de esta raza nace a partir de la exigencia de los cazadores alemanes, quienes, renunciando en parte a la estética, precisaban de un perro esencialmente práctico, adecuado para los terrenos difíciles.

Es una mezcla de razas diversas, un intento logrado de crear un perro que reuniera, cualidades y dotes diferentes.

En la sangre del drahthaar se pueden encontrar rastros del korthal, del pudelpointer, del airedale y, del kurzhaar, la raza alemana por excelencia, junto a sangre de pointer para incrementar las facultades olfativas de la nueva raza.

                                                                      
 Foto: Eduardo Martín-Calvo Vigara. Rehalas “Arena”.

Hablamos de su morfología:

Técnicamente está clasificado como “perro de muestra alemán de pelo duro”. Tiene un cuerpo equilibrado, fuerte y enjuto; la cabeza está bien proporcionada respecto al resto del cuerpo, con el ángulo naso – frontal no muy pronunciado, que desciende regularmente en las líneas del cráneo y del hocico, largo y fuerte; el lomo es corto y recto; las patas son muy robustas, rectas y con aplomo.

El hocico es característico y muy expresivo, las cejas son espesas y los ojos muy dulces. Tiene una barba no demasiado larga pero espesa.

La cola es generalmente corta.

La altura en la cruz va desde los 57 hasta los 62 cm; el macho es mayor que la hembra.

El peso ronda los 30 – 32 kg.


Hablamos de su pelaje:

Su pelo como indica su nombre (drahthaar significa en alemán “de pelo duro”), es muy duro, espeso, áspero y de mediana longitud, y constituye una buena defensa en los ambientes más difíciles.

El color del pelo puede ser muy variado: hay sujetos completamente negros y otros marrones o roanos, pero son muy difundidos los ejemplares “mixtos”.


Hablamos de sus cualidades cinegéticas:

El rendimiento en la caza es óptimo en cualquier terreno; su marcha no es muy veloz, el galope es poco rasante y ligeramente pesado, pero favorece la presteza y la resistencia, ambas muy desarrolladas.




Foto: Ángel De Tena Sanabria.

El coraje y la pasión cinegética transforman al drahthaar en un perro “elegante” y armonioso cuando se mueve sobre los terrenos de caza.

Una de sus principales cualidades es el cobro, en todas las situaciones y lugares, incluida el agua, sin necesidad de enseñarle este trabajo.

Muchos cazadores aprecian su actitud decidida en la práctica cinegética y su gran dulzura dentro del hogar familiar.

En definitiva, podemos decir que el drahthaar es un perro que se adapta a todos los tipos de terreno y de piezas de caza. Aunque no es muy espectacular, se trata de un extraordinario perro de muestra.

¡VIVA LA CAZA!

Mª Ángeles Ayuso para www.territoriocinegetico.com

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