TÓRTOLA EN LA MEDIA VEDA, CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA
Este año 2021 será para muchos recordado como el año, en el que parece, que saldremos de esta pandemia, para otros será un simple año más, pero para nosotros, los cazadores será recordado como el año en que una moratoria a la caza de la Tórtola Europea (Streptotelia turtur) entró en vigor.
Y efectivamente, así es,.Este año no hemos cazado la tórtola. Pero yo me pregunto ¿Alguien en su sano juicio pensaba que seguir cazándola era sostenible?
Los datos son claros e indican que la población total de la especie ha caído en apenas 2 décadas un 78%, si nos centramos en la población española que viene a representar un 40% del total, los datos ,aun siendo mejores, son inaceptables con un descenso del 37%.
Por otra parte, si en algo coinciden la mayoría de estudios es en que la principal causa de disminución de las poblaciones es la pérdida de hábitat, pero ello no quita que las aproximadamente 400000 tórtolas que se cazaban en España anualmente ayudasen al asunto. La caza no es el principal problema, pero por desgracia ha ayudado a agravarlo.
Muchos llegados a este punto ya estarán pensando que soy un anticaza o algo por el estilo, pero no, soy cazador, tan cazador como el que más, aunque esta vez esté criticando que nuestro colectivo que una vez más ha llegado tarde.
Llevo cazando desde niño y media veda tras media veda he visto como los cotos daban rienda suelta a la caza de las especies migratorias, “Total, se van a ir”. Actitudes que no he visto con las especies no migratorias, donde realmente se las ha protegido bajando cupos y días de caza con respecto a la orden de vedas general.
Con esto no estoy echando la culpa a la caza, ni mucho menos , de hecho las inversiones privadas de los cazadores para la mejora del hábitat es una de las mejores garantías de recuperación de la especie, pero si que vengo a criticar que las cosas hasta aquí no se han hecho bien. La mayoría de los medios de comunicación cinegéticos, se han dedicado a echar pestes y a quejarse de los ecologistas, cuando quizá deberían haber ocupado su tiempo en hacer entender el problema al colectivo, y en buscarle una solución.
Para terminar, solo decir, que a la caza se nos presentan grandes retos por delante, la liebre, el conejo (desaparecido en muchas zonas) y como no la perdiz, son especies que entrarán a debate dentro de no mucho y solo espero no cometamos los errores que nos han traído hasta aquí.
