viernes, 24 de septiembre de 2021

Hablando de campo, con Poveda

UN FUTURO INCIERTO EN UN PANORAMA DESOLADOR


Un año más, el comienzo de la media veda era esperado por todos con gran ilusión. La codorniz no abunda, pero la Sierra de la Paramera cuenta con pequeños arroyos que albergan estacionalmente esta pequeña y huidiza ave, que nos depara unos preciosos lances en las primeras horas de estos días estivales.

Caprichos del destino hicieron que en vísperas de nuestra querida Virgen de Agosto, la que marca el arranque de esta mini temporada, un vehículo se incendiara en la N-502. La cosa no debería haber pasado a mayores de no ser por la supuesta inoperancia y descontrol de quien lidera este barco que parece ir a la deriva. Competencia de carreteras, de medio ambiente o de quien sea, el sentido común debe apremiar en momentos decisivos, y no esperar más de 45 minutos en ponernos de acuerdo en quien va a apagar este vehículo con las altas temperaturas, el viento y la sequedad de nuestros montes en estos momentos del estío. Tú por mí, yo por ti y "la casa sin barrer". Así se resume como en unas indecisiones de oficina el fuego acaba con nuestra querida Sierra.

Ahora buscamos culpables, escurriremos el bulto y en pocos días volveremos a ser la España olvidada, la España de la que todos se llenan la boca, pero que estos días ocupó pequeños rincones de telediarios y al que se sumaron efectivos a cuentagotas.

La Sierra de la Paramera se nos ha abrasado, en ella quedan preciosos recuerdos, un trabajo de nuestros antepasados que poco a poco se iban comiendo las llamas. Se ha llevado por delante mucho ganado que no fue posible recoger a tiempo, numerosas especies cinegéticas, jabalíes, conejos, perdices, corzos...pastos, zonas de bosque y pinar, nuestros piornos que dan colorido al monte en primavera...El desastre natural, ecológico y económico es brutal. Se habla de un perímetro superior a los 100 Km y 22.000 hectáreas. Es el tercer incendio más grande en la historia de España según los medios.

El fuego se dirigió al Valle de Ambles al de El Alberche, arrasando todo lo que encontraba a su paso y avanzando ladera abajo, hasta parar amenazante en los pueblos de cada vertiente.

En 72 horas fue capaz de calcinar todo y fue sujetado gracias a efectivos de brigadas, ejército, medios aéreos, bomberos y un sinfín de voluntarios de todos los pueblos de alrededor que lucharon sin descanso con lágrimas en los ojos, para poder salvar nuestro patrimonio.

¿Y ahora qué? Ahora queda buscar el ganado, reconstruir vallados, casas, pajares, echar de comer la caza, contabilizar las perdidas y rezar, rezar para que una tormenta no arrastre las cenizas y nos contamine el agua. La solidaridad de las personas está siendo apabullante en estos días, con donaciones de comida para el ganado y caza, además del ofrecimiento de mano de obra para arrancar la reconstrucción.

No faltan como siempre oportunistas, aquellas asociaciones subvencionadas eco-animalistas que están creando movimiento anti-caza aprovechando el desastre natural, sin tener ningún tipo de conocimiento de la necesidad de la actividad cinegética en la zona (regulación poblacional de animales para evitar así accidentes de tráfico, enfermedades y plagas, entre otras).

Esperemos que la administración pública esté a la altura en cuanto a decisiones, en las que impere el sentido común y la lógica, basándose en un estudio de daños y no solo se haga la foto de rigor y apoye la causa, indemnice a los afectados directamente e impulse la economía, mediante subvenciones o cualquier tipo de inyección económica, de esta España olvidada.

Hoy llora el campo, hoy está de luto la España Rural, pero con más apoyo o con menos, saldremos adelante. ¡¡MUCHA FUERZA ÁVILA!!

Poveda Espinosa para www.territoriocinegetico.com

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