viernes, 3 de septiembre de 2021

Pasión por la caza, con Montse D.H

ÁVILA RESISTE


Hola compañeros, un mes más muchas gracias por estar leyendo estas líneas que humildemente escribo para trasladaros mis inquietudes y quehaceres cinegéticos.
Sin tiempo casi de guardar el rifle, tras el fin de las esperas veraniegas, se nos metió encima el inicio de la media veda, con pocas esperanzas, pero manteniendo la ilusión de cada año en el ya tradicional 15 de agosto.

Sin saberlo y sin esperarlo iba a ser el inicio de media veda más triste y atípica que he vivido en mi corta andanza como cazadora.

Amanecía una mañana “despejada” de domingo 15, nada más salir por la puerta de casa el olor a quemado, las cenizas sobre mi coche y la increíble boina de humo que tenía sobre mi cabeza hacían presagiar que no iba a ser un inicio de media veda como esperaba.

Aún así me lancé a las tierras con las ganas de todos los años. Poco me durarían, pues después de andar no más de 3 kilómetros el humo se metía en mis pulmones y no me dejaba avanzar.

Aquella mañana de agosto se estaba quemando la sierra de Ávila, la misma que me había visto crecer y la misma que majestuosa y firme llena de vida posaba al fondo de todas casi todas mis fotos.

Me decidí a guardar a Thor y la escopeta y a las 11:00 de la mañana junto al presidente del coto y varios socios nos pusimos en contacto con emergencias Ávila y la JCYL para ofrecer todos nuestros vehículos y medios para lo que hiciese falta en la ayuda contra el terrible fuego que por aquellas horas ya había recorrido más de 40km.

La tremenda riqueza en cuanto a flora y fauna de estas miles de hectáreas que ardían sin control no paraba de atormentarme, llegando a derrumbarme en varias ocasiones. Corzos (algunos de ellos importantes medallas), lobos, jabalíes, ciervos, perdices, águilas, buitres, halcones…

No habíamos terminado de comer cuando recibimos un mensaje del ayuntamiento de Padiernos: los equipos de extinción necesitan agua y bocadillos. En menos de media hora eran más de 100 las personas del pueblo que se encontraban en el salón preparando bocadillos así como llevando cientos de garrafas de agua. Nos pidieron a los vecinos que teníamos vehículo todo terreno que hiciésemos desde transporte debido el difícil acceso a algunas zonas del fuego. No lo dudamos y a primera hora de la tarde dimos el primer viaje.

La imagen al llegar a Sotalvo, Mironcillo y Riofrio era desoladora, las llamas habían llegado a los pueblos, una vez entrabas en ellos solo te encontrabas con efectivos de la UME, BRIF, Guardia Civil, Bomberos, Ejército y protección civil.

Seguimos colaborando durante toda la tarde y noche así como el día siguiente, codo con codo junto a ganaderos, agricultores, cazadores y vecinos de la zona.

La desgracia no había terminado, en los siguientes días el fuego seguía descontrolado y quemando más de 22.000 hectáreas de gran riqueza ambiental. Solo quedaba llorar.

Ahora, al ver toda la sierra negra solo me queda pedir responsabilidades a los políticos, que se investigue todo lo sucedido en este incendio, por que se tardo tanto en actuar, por qué se descontroló de esa manera y que cada uno asuma sus consecuencias.

Nuestra tierra tardará en volver a recuperar su esplendor, pero que les pese por muchos años el sentimiento de culpa a los responsables políticos de esta catástrofe.

Suerte en vuestras jornadas de media veda, berrea y corzo en septiembre.

Nos leemos en el siguiente post.

Seguimos cazando.

 
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